Si te parece difícil de creer en tu caso, mira cómo Ángela y Enrique consiguieron hacerlo…
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Pensaste que todo sería más fácil, pero tus hijos crecen y tu paciencia empieza a agotarse cada vez más rápido. Tus hijos no te escuchan, y si lo hacen no parecen hacerte ningún caso. Es como si quisieran salirse siempre con la suya, ¿verdad?
Sabes que en el fondo tus hijos son encantadores y te gustaría poder sacar lo mejor de ellos mismos pero la verdad es que hay momentos en que no puedes evitar pensar que te quieren amargar la vida o que parece que disfrutan sacándote de quicio.
En esos momentos acabas perdiendo la paciencia, y recurriendo a gritos o castigos en un intento frustrado de que te hagan caso. Y por un momento puede parecer que hasta funciona, pero la realidad es que te queda por dentro una culpa que cada vez te pesa más. No quieres tratarles así, no lo merecen, pero te sientes sin otra salida.
Y lo que es peor, tiemblas de pensar cómo será vuestra relación en unos años porque, si no sabes cómo guiar a tu hijo pequeño, ¿cómo vas a conseguirlo cuando sea adolescente? Sabes que lo que no resuelvas ahora se volverá en tu contra con el tiempo y te agobias y bloqueas solo de pensarlo.
En el fondo, no pides tanto. Solo quieres disfrutar del día juntos, que haya un respeto mutuo, y que sepáis resolver los conflictos desde la calma.
¿Te imaginas que así fuera para el resto de tu vida? ¿Cómo sería tu vida, vuestra vida, si pudiérais dejar de reñir, de gritar, de acabar luchando cada vez que tus hijos no quieren hacer lo que les pides?
¿Te imaginas que tus hijos te escuchan y colaboran porque se sienten parte del mismo equipo y no por miedo a tu reacción?
Sería muy diferente ¿verdad?
Levantarte por la mañana con la paz mental de que no importa lo que suceda porque sabréis resolverlo desde la tranquilidad. Dejar atrás la culpa y la continua incertidumbre de no saber si estás haciéndolo bien. Ver que tus hijos se muestran más relajados y felices, sin tener que estar quejándose continuamente por todo.
Si solo pensar en esta posibilidad ya te emociona déjanos decirte algo…
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Cada 7 días recibirás un módulo nuevo y cada mes tendrás 15 días /mes sesión individual (a acordar según tu ritmo). Así podrás hacernos las dudas y preguntas que te surjan al poner en práctica todo lo aprendido.
Desde el primer mes disfrutarás de una relación más sana con tus hijos y te sentirás más confiada y segura de ti misma al ver cómo estás logrando una familia mucho más feliz y en armonía.
Si crees que ya lo has probado todo y no funciona, permítenos decirte que no lo has probado todo, solamente todo lo que tú conoces. Descubre estos 8 pasos y comienza el cambio que tu familia y tú os merecéis.
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¿Suena bien verdad? Sin embargo puede que te estés planteado si efectivamente nosotros te podemos ayudar a conseguirlo y es normal. Nosotros mismos nos hemos hecho esa pregunta antes de invertir en otros programas y formaciones.
Te podríamos hablar de nuestros títulos y nuestros más de 20 años de experiencia en el ámbito educativo y de acompañamiento de familias, pero preferimos que sean familias a las que hemos acompañado con nuestras formaciones y servicios las que hablen por nosotros.
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Sí, totalmente sí. Cada niño es único y especial pero sus necesidades son las mismas. Aprender a dar a nuestros hijos lo que en verdad necesitan les libera de tener que reclamarlo de modos más inadecuados.
Siempre estamos a tiempo de reparar el vínculo y conseguir ese cambio de actitud que buscamos.
Sí por supuesto. Sería lo ideal y podéis estar los dos en las sesiones en vivo.
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