¿Tienes la sensación de estar continuamente lidiando con tus hijos para lograr que te escuchen y te hagan caso?
¿No sabes ya qué hacer para no acabar peleando con ellos?
¿Acabas perdiendo la paciencia para después sentirte culpable, desbordada y perdida?
Si has respondido algún sí, la clase está diseñada especialmente para ti.